Resultados obtenidos del monitoreo de parásitos de peces descargados en Mar del Plata

Resumen

Las infestaciones por anisákidos en peces marinos son de gran importancia sanitaria a nivel mundial. En efecto, provocan una amplia variedad de problemas y generan significativas pérdidas. La detección y remoción de los parásitos del filete resultan en la degradación y descarte del producto, que en el caso del bacalao (G. morhua) ha sido estimado, para el año 1991, en 50 millones de dólares. Diversos autores concluyen en que la remoción intensiva por visor de luz fluorescente en los filetes cuesta la mitad de los costos de producción para el bacalao del Pacífico (G. macrocephalus) del Mar de Bering y Golfo de Alaska y puede causar retrasos que promuevan crecimiento microbiano y la degradación enzimática del producto.

A pesar de la evidencia de que las larvas pueden convertirse en infectivas en los hospedadores invertebrados, los peces son claramente hospedadores esenciales y participan en la dispersión espacio temporal de las larvas, incrementando así la probabilidad de ingestión por el hospedador definitivo. Los parásitos son aparentemente adquiridos en pulsos, reflejando las variaciones estacionales en la disponibilidad de presas infectadas.

En tanto que la infestación en el último hospedador puede ser una seria molestia para el procesamiento de los peces, esto representa un callejón sin salida en el ciclo de vida de los anisákidos.

Aparentemente la distribución de las larvas en los tejidos de los peces varía no solo con la especie hospedadora y el tamaño (edad), sino también con la especie de parásito (Pseudoterranova sp.). Mientras que usualmente confinado en los filetes de los peces pequeños en las aguas del este canadiense, larvas de P. decipiens (sensu stricto) incrementan la prevalencia en la cavidad del cuerpo y nuca (musculatura hipoaxial alrededor de la cavidad del cuerpo).